Sitges 09: ' Ne te retourne pas'


Marina de Van salía a presentar su película en el Auditori del Meliá de Sitges con mucho nerviosismo y hablando un castellano bastante cómico, que le dió a la sala la oportunidad de aplaudirle fervientemente. Lo que no sabíamos era lo que se nos venía encima.

A pesar de haber dirigido una de las películas de culto más radicales de principios de siglo con Dans ma Peau, De Van cambia totalmente el registro pseudocronembergiano por una especie de thriller dirigido al pasado, al origen de los problemas que surgen en un determinado momento de nuestra vida y que nos persiguen para siempre, esperando nuestro particular exorcismo en el climaz de nuestra desesperación.

Sophie Marceau interpreta a una mujer casada y con dos hijos que empieza a experimentar signos de estar totalmente tocada del ala; se empieza a sentir distinta, a ver su propia realidad como una realidad paralela, de otra familia, como si su vida se proyectara sobre un plano que los demás ven normal pero que para ella es totalmente desconocido. Comienza a ver cómo en su casa las cosas cambian de sitio pero sin haber cambiado nunca realmente... y luego es ella misma la que cambia, se va convirtiendo en otra persona, en la interpretada por Monica Belluci, y mientras ella va "mutando", también lo hacen sus seres queridos en lo que quizá sea lo más impactante de la película.

Y digo lo más impactante porque no hay mucho más: la directora se lía ella sola en la exploración de la verdad, en la búsqueda de la respuesta por parte de la protagonista, que es a su vez la misma búsqueda del espectador... y cuando crees que todo se resolverá de un modo original, distinto y absolutamente arrebatador, nos llevan por el camino más fácil, ese que sirve para arriesgarse a medias, lo cual significa pifiarla un poco más.

El guión es confuso, por lo tanto perdemos interés en lo que le ocurra a los personajes a mitad de metraje, y si encima no es capaz de sincronizarse con el espectador, de transmitir empatía, la película está perdida. Y el espectador más aún.

Lo mejor de todo es ver a dos de las actrices europeas más sexys y respetadas del panorama cinematográfico, fundirse literalmente en planos Lynchianos creados de forma increíble, y que a veces resultan ciertamente grotescos, no por nada, sino porque son tan reales que asustan.

Ne te Retourne Pas podría haber dado mucho más de sí, alguna que otra sorpresa más allá de la interpretación de sus actrices o de la lograda puesta en escena o su atractivo formal, pero no es así.

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