'Powder Blue' - ¿Sólo los desnudos de Jessica Biel? (El cine que no nos llega)

Powder Blue Jessica Biel

‘Powder Blue’ es, irónicamente, una película que podría considerarse como mítica. Prácticamente nadie la ha visto pero seguro que muchos han oído hablar de ella. Y seguro que al menos un buen puñado de internautas inquietos habrán visto su más “famosas” escena a través de Internet, la del striptease de Jessica Biel. El problema es que debe esta “popularidad” al promocionado desnudo de Jessica Biel, interpretando aquí a una bailarina de striptease y mostrando gran parte, no todos, de los encantos de su cuerpo. Por contrato no permitía enseñar algún pezón, pero sí voluptuosos movimientos en el escenario sin apenas ropa.

Ver a Jessica Biel en cueros causaba expectación, pero a partir de la filtración por Internet de dichas escenas el “fenómeno” ‘Powder Blue’, escrita y dirigida por Timothy Linh Bui, se fue deshinchando y, a priori, uno podía temerse lo peor. ¿Únicamente la Biel cómo principal reclamo de la película? ¡Pero si el reparto incluye a Ray Liotta, Forest Whitaker, un breve cameo de Kris Kristofferson y, aunque en un personaje secundario, a un Patrick Swayze en el que fue su último trabajo para cine! Cuando la distribuidora, Speakeasy Releasing, decidió que una vez filtradas en la red las escenitas con los bailes de marras de Jessica Biel la película perdía todo su atractivo comercial el estreno pasó directamente a DVD y Blu-ray (previa proyección en un número limitadísimo de salas en Estados Unidos). En España ni siquiera tiene distribuidora para la gran o pequeña pantalla.

Esto parecía confirmar lo peor, que ‘Powder Blue’ era un churro de proporciones considerables, un bluff con todas las de la ley al que las críticas, más bien tirando a negativas, que había cosechado no hacían más que corroborar la sabia decisión de estrenarla como mucho en formato casero. Es como si nos dijeran que toda la trama, reparto y labor de dirección quedaban relegados a material de segunda o tercera clase, ofuscados ante los desnudos de su estrella, lo único meritorio del film.


SEXO DE DOBLE FILO

Powder Blue Jessica Biel

El sexo y el erotismo es un buen reclamo comercial. También es un arma de doble filo y aquí habría hundido la película de Linh Bui. Y si alguien pudiera sentirse inicialmente interesado, más allá de los momentos striper, en este entramado de historias cruzadas con bailarinas exóticas, con ecos a ‘Vidas cruzadas’ de Altman o a una ‘Exótica’ de Egoyan, con la serie de factores que la han relegado a categoría de serie “Z” ha perdido casi todo su público potencial.

Craso error. No estamos ante ninguna maravilla, y puede que seguramente Linh Bui no llegue a ser un virtuoso del guión o de la dirección, pero aunque irregular es una película estimable, mucho mejor de lo que cabría esperar teniendo en cuenta estos antecedentes.

Muy probablemente el principal factor que ha influido en esa lamentable distribución o mala prensa que ha obtenido no está tanto en si los números de striptease eran lo único interesante de la película, sino en qué ‘Powder Blue’ es sobre todo un cruce de historias narrado de manera muy sórdida. Su atmosfera deprimente recorre todas sus escenas sin excepción, aunque paulatinamente también hacia el final vaya abriendo ventanas hacia la esperanza. No es una película “bonita”, ni “fácil”, ni con acción, ni de lágrima fácil, ni con cualidades tampoco para hacerse un pequeño puesto de honor entre el sector más intelectual de la cinefilia, y en ocasiones transcurre por lugares demasiado trillados, pero consigue bordear lo tópico o lo fácilmente plausible por arriesgada y triste, en su abanico de personajes ante todo solitarios, al borde de la desesperación o el suicido. “Powder Blue” es de aquella películas que requieren concederles su tiempo para entrar en su juego, personajes y acontecimientos.


'CRASH' EN VERSIÓN SÓRDIDA

Powder Blue Jessica Biel


Se podría calificar como un ‘Crash’ (el oscarizado, por sorpresa, drama de Paul Haggis) pero en sórdido. Su escenario es también Los Angeles, con distintos seres que pululan entre más miserias que alegrías, dominan los ambientes nocturnos y oscuros, y las diversas historias se irán entrecruzando. ‘Powder Blue’ discurre entre clubs de stripers de mala muerte, hospitales, callejones repletos de putas y travestis o apartamentos casi vacíos porque sus inquilinos viven en soledad.

La película subraya en varias ocasiones lo necesitados que están sus principales protagonistas de tener a alguien a quien amar. La striper Rose Johnny que encarna Biel es una madre soltera con un niño en coma a causa de una enfermedad que podría llevarle a su fase terminal, y como no dispone del suficiente dinero para pagar los costes clínicos exhibe su cuerpo, al mismo tiempo que ansia dar algún día con el hombre de su vida (y el tópico de la ciudad de París se convierte, una vez más en el cine norteamericano, en ese lugar idílico de la protagonista, un sitio que alguna vez espera visitar).

Ray Liotta es un ex convicto que después de pasarse 25 años en la cárcel debe lidiar con el hecho de que su esposa haya fallecido recientemente (spoiler) y un cáncer de páncreas que amenaza con poner punto final a su vida en cualquier momento. Su único consuelo es hallar a su hija, algo que se nos revela a mitad de la película, aunque se pueda intuir antes, y que es el personaje de Jessica Biel. La escena en que revela indirectamente a Rose que es su padre, en una de las cabinas del club, es tan contenida e inusual como impresionante (fin spoiler).

Al personaje de Forest Whitaker, Charlie, tampoco le va nada bien; un hombre que recorre las calles de noche en busca de alguien, una alma caritativa que a cambio de una buena suma de dólares le mate disparándole una bala al corazón (sí, es fácil preguntarse cómo es que no encuentra a nadie buscando en los ambientes adecuados, pero es que de lo contrario, se supone que una de las subtramas del filme se iría al carajo). Un hombre sin razón para vivir después de que perdiera a su esposa en un accidente de tráfico (spoiler) y hacia el final descubriremos que Charlie era un cura, y por lo tanto, que su amor carnal y terrenal le hizo renunciar a su vocación espiritual. Por ello su aflicción interior aún es más dolorosa (fin spoiler). En su itinerario, Charlie se topará con Sally (Lisa Kudrow), una camarera separada que también padece de falta de amor; y con un travesti que se prostituye (Alejandro Romero), cuyo carácter y temperamento propiciará un par de los momentos más intensos de la película.


UN STRIPTEASE EN SINTONÍA

Powder Blue Jessica Biel

He dejado para el final a Qwerty Doolittle (Eddie Redmayne), un joven que acaba de heredar el negocio paterno, una funeraria, aunque acuciado por las deudas. Asmático y con graves problemas para relacionarse con los demás, sobre todo con chicas, Qwerty es en realidad un buenazo, demasiado incluso para reclamar con severidad a sus clientes el dinero que le deben. Y Redmayne es una de las grandes sorpresas interpretativas; al igual que descubrir a un casi irreconocible Patrick Swayze haciendo de propietario del club donde trabaja Rose Johnny.

Entre los tópicos, el exceso de ganas de resultar trascendente, triste, sucia o deprimente, ‘Powder Blue’ va tejiendo una trama capaz de atrapar y fascinar, pero no a todo tipo de espectadores. Sus imágenes teñidas de miseria humana, en una paleta de azules y rojos, están en sintonía con los mismos números de striptease que exhibe Rose llegándose a verter cera de vela por el cuerpo (de la misma manera que ella, el resto de personajes principales, también irán desnudando sus almas ante los espectadores mientras se derraman por encima sus tormentos). Y está también la relevancia de la religión (otro tema que siempre puede generar polémica): un vagabundo (al principio) con una pancarta que dice “necesitar un milagro” o la noticia que se oye en la radio sobre un taxista que vio la imagen de la Virgen en el parabrisas, o la cruz tatuada del personaje de Ray Liotta. Son elementos para resaltar esa soledad, sentimientos de culpa o la necesidad de “algo más en lo que creer”.

A la vez, Linh Bui es capaz de apostar también por incluir toques poéticos, sobre todo hacia el final, especialmente en la inesperada y repentina muerte de uno de los personajes que fallece en la calle, recostado en una pared, cubierto por la nieve y con una fotografía entre sus manos. ¿Poesía y sordidez de baratillo? A veces también, pero cosas mucho peores nos llegan, de ahí que ‘Powder Blue’ me parezca una opción reivindicable y, por supuesto, merecedora de darle un vistazo si alguna vez llega a distribuirse aquí.


Sin distribución en España





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