Crítica: 'En Tierra Hostil'

Largo tiempo llevabamos esperando la llegada del film de Kathryn Bigelow, aclamado internacionalmente como una de las películas del año.

Si de algo podemos maravillarnos con The Hurt Locker entre otras cosas, es de cómo la película empapa a sus personajes de realidad, con una veracidad pocas veces vista en una película de estas características, que deambulan irremediablemente por el adoctrinamiento.

Tanto el guión como la puesta en escena y la dirección son tan reales, que parece que te hayan trasladado a Irak con este grupo de desactivadores de explosivos, para vivir desde cerca cada una de las actividades que llevan a cabo.

No sólo los personajes están atemorizados; la película nos transmite su miedo a cada paso que dan, a cada bomba que desactivan o a cada esquina que doblan. Es una sensación de proximidad brutal, que hace que la empatía con los personajes sea perfecta, dejando en sus manos nuestros propios miedos e inquietudes.

Otra de las cosas que destacaría de la película es que Kathryn Bigelow se olvida por completo de adoctrinar, de los verborreicos discursos morales que muchas veces me han sacado de quicio con más de una película, que hasta ese momento podía ir más o menos bien, pero no sé por qué, con ciertas temáticas terminan metiéndote entre pecho y espalda la dichosa moralina.

En este aspecto The Hurt Locker me recordó a Redacted, otra cinta "Irakí" de Brian de Palma que, al igual que la de Katherine Bigelow, no hace apología de ningún bando: simplemente presenta unos personajes reales en situaciones terroríficamente reales, palpables y viscerales. Creo que esa es otra de las claves del éxito crítico de The Hurt Locker, pues ha sabido contar una historia sin alentar al espectador para que se posicione, de manera casi obligada, contra uno de los bandos (¿alguien recuerda la polémica Palma de Oro de Cannes 2006, El Viento que Agita la Cebada, de Ken Loach?).

Sin embargo para otros, este puede ser un punto negativo: puede que os de la sensación de que la película es como un viaje a ninguna parte (como se dijo de Maria Antonietta, de Coppola hija y con lo que no estoy de acuerdo; hace tiempo que dejé de creer en la lógica narrativa de los relatos), además de contar una historia sin, supuestamente, arriesgarse a dar un punto de vista más que el de los personajes, a través de diálogos que saldrían de la mano del director, pero de la boca de los personajes.

Discrepo.

Y llegando a lo negativo, quizá la película tiene un ritmo un poco lento en algunas escenas, y parezca un poco sistemática en su desarrollo de la historia, lo cual puede dar la sensación de estar dándole vueltas a lo mismo una y otra vez.

Diría que se trata de fallos leves y salvables que quedan aparcados ante las virtudes del film.

Y para terminar, decir sobre el personaje principal que es un hombre fiel a su trabajo, que se arriesga de manera increíble en cada una de las cosas que hace para salvar a otros, que saca fuerzas de donde otros no podrían y que sorprende a sus compañeros de equipo, tachándolo de loco al principio, pero de héroe al final.

¿Qué es lo que lleva a este personaje a actuar así? El hecho de haber perdido la pasión por el resto de las cosas con el paso del tiempo lo ha convertido en lo que es en la película, un hombre al que sólo le importa una cosa: desactivar bombas.

Una película muy visceral, humana y real. Sobre todo real.






Comentarios

Entradas populares