Crítica: 'The Human Centipede'

CIRUGÍA INHUMANA

( Sin fecha de estreno en España )

‘The Human Centipede (The First Sequence)’, del director holandés Tom Six, se ha paseado por diversos festivales de cine de género, como Austin, el Screamfest de Los Angeles o en el Festival de Sitges (fuera de la competición fantástica oficial, que es donde tuve ocasión de verla el pasado año.

En el circuito de salas comerciales no me consta que se haya estrenado en ningún país. En Estados Unidos lo hará en un limitado número de cines a partir del 30 de abril. Pero su notable acogida, y premios, entre el público de los certámenes donde se ha proyectado o la crítica especializada ha hecho que Six se haya animado a proseguir con la que podría ser su particular trilogía, con ‘The Human Centipede II (Full Sequence)’.

Es el primero de sus largometrajes con cierta repercusión internacional, y el primero donde hace de guionista, productor y también director. Si tenemos en cuenta que a Tom Six le va la marcha, tratar temas que puedan suscitar debate y polémica, y que entre sus películas preferidas están ‘Saló o los 120 días de Sodoma’, de Passolini, o ‘La gran comilona’, de Ferreri, echando un vistazo a la sinopsis argumental es fácil imaginarnos que estamos ante una de las propuestas más pervertidas y repulsivas del género fantástico actual. Lleva merecidamente adherida la etiqueta de película “desagradable”, aunque no tanto por lo expícito de sus imágenes sino por su premisa.

Cuando su coche se avería en carretera secundarias alemanas, y buscando un teléfono donde pedir ayuda, dos jóvenes turistas norteamericanas, lindsay (Ashley C. Williams) y Jenny (Ashlynn Yenny), caen en manos de un mad doctor, el Dr. Heiter (Dieter Laser) cuando. Éste vive en una aislada casa de campo. Un cirujano eminente y solitario que pretende culminar su obra maestra, crear una particular mascota: un ciempiés humano. Lo que significa proveerse de seres humanos jóvenes y que considere que puedan gozar de una férrea salud para, mediante una precisa intervención quirúrgica, unirlos unos a otros, con el ano del primero de ellos conectados al ano del siguiente (¡), y así sucesivamente.

Su “First sequence” se compone de 3 individuos, las dos muchachas norteamericanas y otro joven japonés, también prisionero en el sótano de la mansión que el Dr. Heiter ha reconvertido en su particular hospital.

El guión urdido por Six va en todo momento directo al grano, desde la presentación de los personajes hasta el desenlace final, pasando por la inclusión de una pareja de policías para dar lugar a alguna escena más de intriga y tensión respecto a la fortuna que puedan correr sus personajes (y dicho sea de paso, una tensión a veces forzada, cogida por los pelos). Entre las dos chicas protagonistas, evidentemente, una será la fuerte y la otra la más débil. Pero el guión da con una precisión y efectividad digna también de un cirujano. Las interpretaciones no es que sean especialmente buenas, pero tampoco son pésimas, de aquellas capaces de sacarte de una película. Es más, incluso se agradece ese toque, no amateur, pero sí menos pulido y calculado. Y Dieter Laser, de figura alta y delgada y rostro adecuadamente siniestro, a pesar de no ser ningún gran actor es todo un hallazgo.

‘The Human Centipede’ no es cine de serie Z en cuanto a puesta en escena e interpretaciones, sino que resulta mucho más digna de lo que cabría esperar. No busca recrearse en las imágenes más gore, repulsivas o escatológicas, sino que prefiere provocar esa repulsión, pro ejemplo, mediante las explicaciones que va dando el Dr. Heiter sobre sus ideas respecto a la creación del ciempiés humano. O recurriendo a los primeros planos de los rostros de sus (desconcertadas y horrorizadas) víctimas; y naturalmente dejando que sea la imaginación de cada espectador la que trabaje, potenciando incluso los efectos al pensar, pongamos por caso, que de los 3 que pueden formar el ciempiés, el de en medio es el lugar de castigo, pues ninguno de sus orificios, boca o ano, está, digamos libre; o cómo será el momento en que el primero de ellos tenga la necesidad de defecar (empezando la cadena de alimentación con los otros dos, y en la que, a su vez, el tercero lo que se tragará serán los excrementos que proceden ya de otros excrementos).

El estilo visual que imprime Six no es para nada tosco ni cutre, sino todo lo contrario, aunque con medios limitadísimos, su película es estilizada, digamos que incluso elegante en su puesta de escena (no es uno de esos subproductor sólo aptos para satisfacer una audiencia muy concreta, sino que puede ser asimilable para un sector del público aficionado al género mucho más amplio) y sacando un estupendo partido tanto de sus elementos mínimos como de sus limitaciones, o que pese a su acertada contención se desboque en su tramo final. Y el humor negro, lo grotesco y la repugnancia combinan muy bien en esta propuesta sin duda no apta para todos los estómagos pero prácticamente indispensable para los amantes del género. Y se pude ”disfrutar” sencillamente cómo lo que es, sin intentar darle más coartadas culturales o justificaciones filosóficas o profundas.

Teniendo en cuenta que aquí ni siquiera se han estrenado, no ya en cines sino en DVD, algunas de las obras más renovadoras, originales y decididamente perversivas, impactantes y sangrientas del género hechas en Europa, caso de las francesas ‘Frontière(s)’, ‘A l’intérieur’ o ‘Martyrs’ o la británica ‘Eden Lake’, se hace difícil pensar que una propuesta como ésta llegue, al menos por vías “legales”, a los ojos del espectador español.

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