Extra crítica: 'El equipo A' - Cuando los planes no salen bien

Hay películas que son malas por su falta de recursos: económicos, de ideas, de puesta en escena… un quiero y no puedo. Esta adaptación cinematográfica de la famosa serie ochentera perpetrada por Joe Carnahan me resultó igualmente mala pero por todo lo contrario: una acumulación de ruido y furia, acción sin parar, derroche de dólares y efectos visuales, planos que pretenden ser el no va más o un montaje tan frenético como vacío.

No dudo que ‘El equipo A’, versión 2010, cumplirá con su única función de entretener buena parte de la audiencia potencial a la que va dirigida, pero por lo que a mí respecta puede entrar con todos los (des)honores en lo peor del cine de acción de la década. Un carrusel de adrenalina non stop que una errónea planificación y montaje echan por tierra. Su espectacular prólogo en México de 18 minutos narrándonos como se conoció el cuarteto de 4 ex combatientes (de Vietnam en la serie, Irak en esta versión) puede resultar más o menos curioso por ver a Hannibal Smith (Liam Neeson), Fenix (Bradley Cooper), M.A. Barracus (Quinton Jackson) y Murdock (Sharlto Copley) convenientemente reencarnados en sus nuevos rostros. Pero enseguida muestra por donde irán los tiros: la acción inverosímil y caótica, y que resulte además jocosa por si el elemento acción  o espectáculo falla (que lo hace). Y de estos 18 minutos iniciales pasé al aburrimiento en menos de media hora.

La adaptación que han hecho los estudios Fox y Joe Carnahan hiperboliza los rasgos más característicos de la teleserie de los 80: el cínico liderazgo de un Hannibal Smith con un puro permanente en los labios; las dotes seductoras de Fenix, la locura de un Murdock mucho más cuerdo que la mayoría de los que le rodean o la fuerza bruta y candidez de un impulsivo M.A. Baracus; unido al desarrollo en plan camaradería y cómico de esas aventuras de sus protagonistas metidos en todo tipo de líos y trifulcas de los que lograban salir siempre ilesos por imposibles que fueran sus misiones, y su vocación de producto para todos los públicos, hasta cercano a los cartoons hacia que ni siquiera hubiera muertos pese a las explosiones, disparos y demás.

Todo resultaba igualmente irreal en la serie ochentera, y tampoco es que tuviera una calidad excepcional, pero al menos en su momento, era fresco, agradable, divertido, efectivo lo que aquí, 'El equipo A', fruto de la primera década del siglo XXI es puro artificio sin sentido, exagerado y… una fantasmada total. Patético en su intento de hacer ostentación en cada uno de sus planos de la descomunal pasta que se han gastado.

Cuando alguien, sea por culpa del director o de los productores, recurre al movimiento constante, de planos, de tomas desde distinto ángulo, de un montaje que constantemente alterna el presente con hechos que ocurren en el pasado o en el futuro, o quien sabe si en ese mismo momento, para procurar mantener despierto el interés del espectador es que algo gordo sucede: no se confía lo suficiente en sus personajes o en la historia que está contando. Es el peor estilo de un aspirante a Michael Bay o un Guy Ritchie a lo ‘Sherlock Holmes’, pero sin gracia alguna en una película que ni tan siquiera es capaz de mantener un plano fijo o la mirada de alguno de sus personajes por temor a que algún espectador pueda llegar a dormirse durante esos instantes. Además de movimiento continuo se busca desesperadamente resultar graciosa, está esa comicidad como manera también de esconder su sinsentido.

A partir de aquí contiene ligeros spoilers

Incluso la que podría haber sido una brillante ocurrencia, la de la fuga de Murdock del psiquiátrico donde está recluido, mediante un guiño al auge del 3D lo encontré forzado y puesto con calzador. O te ríes con ello o ya estás demasiado fuera de la película para celebrar el momento. Uno de los puntos culminantes, de la desafortunada puesta en escena, la encontré en una sencilla escena en un ascensor, de tensión y atracción física, entre Fenix y la teniente, ex capitán, Sosa, interpretada por Jessica Biel (que a pesar de tener algo más de supuesto peso en la trama principal sería el equivalente de la tía buena invitada en cada episodio de la serie de ‘El equipo A’), en la que se da al traste con todo posible química entre la pareja a base de innecesarios planos rebuscados y efectos de montaje.

En mitad de su metraje una de las secuencias supuestamente más impactantes, la de un tanque literalmente descendiendo del cielo, sosteniéndose gracias a un enorme paracaídas, disparando contra los cazas que intentan derribarle puede ser impresionante (y, uno de los pocos detalles divertidos, el de un cartel en la parte trasera del vehículo que pone: “How’s my driving?” - “¿Qué te parece cómo conduzco?”), pero aquí es ridículo (casi se diría que es una burda copia del Halcón Milenario) si no se toma como lo que es, una parodia tan acelerada como descabellada. Y para rematar la faena, el mismo clímax final acaba siendo terrible, en ese nuevo intento de no importar lo que se cuenta sino sólo la manera de contarlo, que quede lo más impresionante posible y ya está.

Fin de spoilers

Entre tanto desastre, los que ganan la partida son un Liam Neeson que demuestra sin problemas su buen hacer y de (si la película hubiera sido mejor) capaz de estar a la altura del personaje que creó George Peppard; y un Fenix (que hasta consigue hacerse con una máquina para broncearse cuando está recluido en la cárcel) cuyo personaje realmente es el que acaba teniendo más protagonismo. La audiencia juvenil manda, y Bradley Cooper es uno de los rostros en alza entre el público. En el bando opuesto, M.A. Baracus (Iniciales de "B.A." en el original inglés, debido a la traducción de "Bad Attitude" por la de "Mala actitud" ), sorprendentemente, está muy desorientado y desdibujado a lo largo del filme; y Murdock, lejos de resultar divertido o imprescindible, me resultó irritante. Esta vez el plan de haber hecho esta puesta al día de 'El equipo A' no sé si le encantaría a Hannibal. A mí nada de nada. Y es que cuando no entro mínimamente en la historia o no me gusta la forma en qué está rodada, no hay manera de que tolere una película. Quien sea capaz de olvidarse de ello disfrutará de esta propuesta.

Y a los fans de la serie original, o cualquier interesado, les toca esperarse hasta el final de los títulos de crédito porque aparecerán un par de cameos de lo más disfrutables, por eso de los guiños y la nostalgia (en cambio, Mr. T rechazó en su momento hacer un cameo por considerar que el guión, plagado de muertes y sexo (!), traicionaba el espíritu familiar de la serie).

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