'Scream 4', flojo debut en la taquilla EE.UU. ¿Es tiempo para las 'Scary Movies'?

'Scream 4', el retorno de la mítica serie de películas de terror de los ’90 creada por Wes Craven, se ha estrenado en taquilla con unos pobres resultados iniciales (en el segundo lugar y con 19,2 millones de dólares en su primer fin de semana). La cinta llegaba llena de energía y medios para convertirla en uno de los grandes éxitos de la temporada. Sus productores, los hermanos Weinstein (Miramax y Dimension Films), apostaban muy fuerte con esta película, la cual contaba con grandes armas: el nombre de la saga y su creador, Craven, un fanbase enorme y el género de terror, uno de los más rentables y atractivos en el box office. Entonces, ¿qué no ha funcionado en Scream 4 para que haya fracasado?

Para algunos es el perfil general de los espectadores de hoy en día hacia el producto de terror. La teoría tiene enorme sentido. Pese a que Scream 4 ha apostado por una mayor dosis de violencia y tensión, el film no se vendía como un horror sino como lo hacían las anteriores películas, mezclando este concepto “scary movie” adolescente con el humor, la ironía y la cinefília del género. Scream no es un producto ideal para las audiencias que han llenado los cines de Paranormal Activity o los remakes (o “reboots”) de Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, Las colinas tienen ojos, La matanza de Texas, etc. Todos ellos tenían el concepto terror y sangre como principal atractivo, dejando los guiños de humor para los que cinéfilos y aficionados que se acercaban a verla. Estos films funcionaban plenamente entre el sector menor de 25 años, mientras que en Scream 4 la cosa se ha repartido entre un 54 y un 46%, siendo en ambos el sector femenino el más presente. Otros films similares como The Roommate logró cerca del 70% de su audiencia por debajo de los 25 años como también lo hizo When a stranger calls (ambos films denominados “slash movies”) mientras que en casos como Viernes 13, Final Destination 4 o Paranormal los menores de 25 suponían el 61-62%. De hecho los datos de espectadores se asimilan más a los vistos en los últimos capítulos de la saga Saw o Halloween II. A los Weinstein ya les pasó algo parecido el pasado verano con el remake de Piraña 3D, aunque convenciendo más a un sector joven pero que rápidamente desapareció, quedándose con unos muy discretos 25M$ en la taquilla americana.

La campaña de Scream 4 en Estados Unidos ha dado presencia al concepto humor, inevitable dentro de la saga, y una marca pero sin valor comercial más allá de su audiencia fan. Sus trailers y spots daban demasiado peso a estos elementos de humor con frases como “nunca matar ha sido tan divertido” y una enorme cantidad de referencias irónicas a Facebook o Twitter. Su planteamiento en salas era por todo lo alto, diseñado con la cabeza puesta en un “must-see” del fin de semana, con más de 3.300 cines y ante ello las salas no han estado excesivamente llenas. 5.800$ es una cifra modesta para este tipo de estreno, no se aleja del dato de Insidious a nivel de promedio por sala, cuando aquella llegaba con mucha más modestia.

En este aspecto, Scream 4 chocaba en su estreno con la presencia de Insidious, una de las revelaciones del género de terror en esta temporada y que como supuso Scream en su momento también reinventa las “normas” del género (en ese caso el de las casas encantadas) para darle una nueva vida en los tiempos modernos. La modestísima cinta de FilmDistrict y los creadores de Saw y Paranormal, empezó de forma muy solida en la taquilla americana, sin grandes excesos y apoyándose en una excelente crítica, un buen ruido del paso del film por muchos festivales y una clara imagen de terror en estado puro. Ha gustado y mantenimiento ha sido enormemente sólido con descensos de menos del 30% semana tras semana, un comportamiento totalmente atípico en este cine. Insidious ha ido a seducir a un amplio segmento de espectadores y sus cifras obligan a pensar que algo de público le ha robado a Scream. De hecho, es más que probable que ambos films terminen en un resultado final más que similar, en torno a los 50-55M$.

Otro aspecto que vale la pena mencionar dentro de Scream está los costes de producción y sus evidentes diferencias con otros films del género. Los costes de Scream 4 han sido de 40M$ para la producción más otros 25M$ en la promoción, cifras enormes para el terror hoy por hoy causa de una presencia de nombres costos. Los mencionados remakes y nuevos films de terror que se producen hoy en día tienen presupuestos muy inferiores, más cerca de los 15-20M$, con otros 15M$ en conceptos de marketing. Paranormal Activity, la 2 y la 3, se han producido por 3-5M$ cada una. Insidious le costó sólo 1M$ a FilmDistrict en conceptos de derechos de explotación, así como otro films como El último exorcismo solo costó 2,5M$ o Apollo 18, producida por los Weinstein, con 5M$ de costes de realización.

Los Weinstein y los responsables de Scream 4 han vendido la película con el slogan de “Nueva década, nuevas reglas” pero han olvidado las nuevas reglas del mercado y del público. La idea de seguir o reempezar una nueva triología de momento se quedará en el aire a la espera de ver que decisiones se toman. De momento se indica que ha habido una buena presencia de menores de 25 años, pero lo cierto es que los comentarios buenos han llegado de este sector fan y muchos cines presenciaban colas más “adultas” que juveniles. Sus responsables Cravern y Williamson han creado un film basado en la empatía con el sector fan del mundo de cine y del mundo Scream pero claramente limitado de espectadores, conocedores de cual este tipo de cine de terror. De hecho Scream 4 funciona para el mundo del terror al mismo nivel que Scott Pelgrim o Kick-Ass para el de los fans de los comics. Por eso, su gran fuerte son los buenos comentarios que está obteniendo del público, especialmente entre 27-35 años, así como unas decentes críticas, lo que podría darle un motor importante de relevancia de cara a mantenerse. Habrá que esperar un par de semana para hacer un buen balance.

Por Pau Brunet (publicado originalmente en BoxOffice.es )









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