Cineclub: 'The Ward', de John Carpenter
Estrenamos en Cinempatía una nueva sección, Cineclub. Un espacio que estará dedicado al cine de autor, y a largometrajes poco conocidos, actual y de los últimos años. También a títulos que, se supone por su difícil rentabilidad comercial para la explotación en las salas - y más teniendo en cuenta la inversión publicitaria que ello requiere -, tardan en llegar y cuando lo hacen es directamente en el mercado doméstico, sea en DVD o Blu-ray, un soporte y comercialización que, aunque sea lentamente, está permitiendo cada vez más el estreno aquí de películas muy interesantes, excepcionales en más de un caso. Y, en un tercer apartado, dedicado también a películas que, muchas de ellas sorprendentemente, aún no se han estrenado en España, ni en cines ni en video.
Es el caso de 'The Ward' (2010) de uno de los considerados grandes autores en materia de cine fantástico en los últimas 4 décadas. Renovador del género y con multitud de seguidores, John Carpenter. Un cineasta que a sus 63 años, y 9 después que se estrenara su más reciente largometraje en cines – 'Fantasmas de Marte' (2001) -, vuelve al formato cine tras su paso por televisión dirigiendo un par de episodios para la serie 'Masters of Horror' –y con alguno tan destacable como 'Cigarette Burns' (2005) –. Un retorno, pero a las producciones de bajo presupuesto – sin duda el hábitat natural de Carpenter -, con el gancho de un grupo de actrices jóvenes y bellas y, lógicamente, lo que conlleva tener una nueva obra de uno de los grandes nombres del género.
Pudo verse en el pasado Festival de Sitges, edición de 2010, agotando las entradas para todas sus sesiones y dejando a centenares de espectadores potenciales fuera de los distintos pases. Sin embargo, su carrera comercial ha sido desastrosa. Si bien es cierto que el director neoyorquino goza de más prestigio fuera de Estados Unidos que en su país. En las salas norteamericanas sólo recaudó poco más de 7 millones de dólares – a pesar de que su presupuesto fue tan sólo de 10 -, y en otros lugares, como Italia, las cifras no han sido ni de lejos mucho mejores.
Espíritu de producción modesta
'The Ward' es una propuesta muy del gusto de Carpenter, minimalista, con pocos personajes, filmada en gran parte en espacios cerrados y con ciertas dosis de elementos sobrenaturales, pero que se fundamente especialmente en aspectos del thriller y la intriga. El argumento prefiere situarse décadas atrás, en los años 60 del pasado siglo, y en las salas, celdas y pasillos de una institución de internamiento para enfermos mentales, es decir, un manicomio. En el Hospital psiquiátrico de North Bend llega una nueva paciente, Kristen (Amber Heard), una joven confusa que no recuerda nada de lo que la ha llevado allí, y menos perturbada de lo que podría parecer. Su llegada sucede cuando hace escasas horas precisamente falleció, en extrañas circunstancias y de manera violenta, otra joven interna.
La enfermera jefe, el celador y el psiquiatra que la atienden, pese a su rol de personajes en cierto modo amenazantes y que conocen el secreto que se esconde tras esos muros, parecen menos malvados de lo que un relato de estas características podría dar pie. Se comportan con igual naturalidad, como si no ocurriera nada, pese a las desapariciones que afectan a las chicas del lugar. Todo forma parte del entramado de 'The Ward' en el que Carpenter acaba desmarcándose de la típica historia de fantasmas que podría haber sido mediante un giro final de los que dan la vuelta en gran parte a todo lo que hemos visto hasta el momento – los guionistas originales son los hermanos Michael y Shawn Rasmussen, en el que es su segundo guión -. Un twist que puede revelarse dudoso o artificial, pero que al fin y al cabo permite salirse de la senda argumental que recorría 'The Ward' y ser coherente también con ese espíritu de serie B, de película de género de bajo presupuesto en el que se inscribe.
Se nota la precariedad de unos recursos,aunque por otro lado no necesite de grandes medios, no más que los necesarios para mostrar a un fantasma – no especialmente terrorífico -, o a un grupo de bellas actrices con la rubia Amber Heard a la cabeza, Danielle Panabaker ('The Crazies', 'Viernes 13'), Mamie Gummer ('Destino: Woodstock'), Laura Leigh (con experiencia sobre todo en televisión) y la más conocida Lindsy Fonseca (de las series 'Mujeres desesperadas', 'Nikita' o 'Cómo conocí a vuestra madre'); y que van encarnando a distintos prototipos: la heroína rebelde e intrépida, la chica que intenta erigirse como la líder, la más fea que se convertirá en el principal apoyo de la protagonista, la alma sensible con dotes artísticas, la lolita... aunque nunca explote, al menos de manera evidente o abusiva, el potencial erotismo que le brindaban.
¿Una película decepcionante?
Es una producción modesta que muy bien podría pertenecer a los años 70, 80 o inicios de los 90. Una película más a la antigua usanza y en la que la tensión y la angustia, lejos de recrearse en los momentos más sangrientos, basa su potencial en la atmósfera, los personajes y la cámara de Carpenter paseándose, con inquietud, entre las diversas estancias de la “sala” (que da nombre al título original) especial del centro psiquiátrico donde están recluidas sus protagonistas, y los corredores anexos. Con el añadido de la tensión propia que ofrece una trama con unos personajes al borde de la locura, codeándose con lo real y las pesadillas que producen la mente.
Aunque en su desarrollo pueda parecer en cierto modo una película “decepcionante”, o en la que “casi no ocurre nada”; está muy ligada al estilo de su autor, y se comprende que su lugar de visionado idóneo, más que una gran pantalla, sea la de una pantalla doméstica. No por ello carece de interés – que no de originalidad -, certificando una vez más que Carpenter sigue, afortunadamente, filmando con ideas pero al margen de la industria – el fiasco comercial de la superproducción 'La cosa', en 1982, aún colea, y desde entonces, uno de los maestros del género fantástico, se mantiene definitivamente alineado fuera de toda corriente mainstream -. Carpenter todavía fundamenta sus propuestas intentando transmitir aquello que provoca inquietud y desasosiego sin utilizar grandes alardes o piruetas, de cámara o de efectos visuales y maquillaje, y en 'The Ward', al menos también consigue mantener bastante bien la atención de la historia hasta el final.
No estrenada aún en España
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Tiene algunos momentos que no me gustaron (sustos "repentinos", básicamente) pero la peli sí me gustó, coincido en buena parte con todo lo que dices. Y guarda unos cuantos parecidos con "Shutter island"...
ResponderEliminarY cómo no, es Carpenter, ¡viva Carpenter! Que siga el tío, que siga...
No soy un especial admirador de la obra de Carpenter, pero este estilo sin pretensiones, algo pasado de moda, de alguna manera aún me convenció.
ResponderEliminarY cierto, hay similitudes con 'Shutter Island'. Lo de los frenopáticos da de sí :)
Pues me da, que este director, se mueve mejor con presupuestos infimos, su cine en realidad no necesita grandes desembolsos. En cuanto a la cosa, puede que fuera un fracaso comercial, pero es una de esas pelciulas que con el tiempo se ha convertido en la palabreja esa que ni dios sabe en realidad que es...De culto.
ResponderEliminarDe cualquier manera, si exceptuamos algun petardo infumable, su cine me parece interesante. Saludos
Yo creo que Carpenter es de esos directores (de los pocos directores) de los que se puede decir que hasta sus malas películas son buenas.
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ResponderEliminarA mí me gustó a secas. Es una peli normalita, pero la puesta en escena, la ambientación y el toque Carpenter en algunas escenas (la que más me gusta es esa en la que todas las chicas se ponen a bailar) la salva de ser una peli tan flojucha como su guión.
ResponderEliminarYo creo que el error que ha cometido Carpenter ha sido escoger ese guión que es tirando a malo. Su tan cacareado regreso merecía algo mejor y seguro que en alguna parte había un libreto mejor esperando a ser filmado...
En lo que respecta a intriga/thriller, creo que la cima de Carpenter es y seguirá siendo (desde luego The Ward no la desbanca) En la boca del miedo, que también se mantiene en pie como la mejor adaptación/homenaje del universo de Lovecraft.