Crítica: 'The Amazing Spider-Man 2: El Poder de Electro'


Nos adentramos en el mundo de los súperheroes, de los superpoderes, de los supervillanos, y de lo “super” en general, porque sí, porque el exceso nos gusta y verlo en pantalla grande y en 3D más. En el caso del héroe arácnido, si su exceso no rinde homenaje al “amazing” que lleva delante, tampoco sería lo que es. Efectivamente, en esta nueva entrega de ‘The Amazing Spiderman’, se respira un barroquismo marcado en su puesta en escena, en sus impresionantes escenas de acción y en el número de antagonistas con los que tiene que luchar el hombre araña en esta ocasión. Quizás esto último es uno de los problemas más graves de la cinta, pero vamos por partes.

Peter Parker (Andrew Garfield) ésta vez no sólo se enfrenta a su graduación, al Duende Verde, a Electro (que con un look a lo Doctor Manhattan, cada vez que aparece da paso a una sesión de Skrillex), sino que también tendrá que alejarse de una electrizante Emma Stone en el papel de Gwen Stacy. Con la que protagoniza uno de los romances más tórridos del universo Marvel. Sin duda, estamos ante una entrega superior a su antecesora, no sólo técnicamente hablando, sino también por su profundidad dramática. En ella, Gardfield, Stone y Dane Dehaan hacen un trabajo magnífico, desprendiendo talento y química a través de la pantalla. 


Como decíamos, el exceso cobra protagonismo en la cinta de Marc Webb, pero se pone al servicio del romance y la acción, que se entremezclan astutamente para ofrecernos un Peter Parker más humano que nunca, y unas escenas de acción tan calculadas al milímetro, como fieles a la esencia de los cómics. Los fotogramas se ralentizan en honor a sus viñetas y el apoyo del 3D y los ángulos imposibles ayudan a dotarlas de vida. La exquisita fotografía y edición también juegan un papel importante para hacerlo posible, consiguiendo un festín de imágenes potentes y un ritmo vertiginoso. Pese a que puede resultar redundante en algunos momentos, dado a la mala distribución de pesos argumentales. Sin embargo, ‘The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro’ sabe potenciar los puntos más atractivos que ofrecía la anterior, al mismo tiempo que se esfuerza por abrir nuevos caminos argumentales que desembocarán en próximas entregas, como por ejemplo la inclusión casi anecdótica de Rhino en la trama. En definitiva, en esta última película del hombre araña, se unen todos los avances tecnológicos para el disfrute de los espectadores, pero sin dejar de lado una historia con consistencia, que conserva el espíritu del cómic.















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